NO FUIMOS NOSOTROS LOS QUE ELIMINAMOS:


-La escena de la Navidad de las escuelas y ciudades,
-El comportamiento intelectual,
-El refinamiento del lenguaje,
-La dedicación a la literatura,
-La prudencia a la hora de gastar,
-La ambición por lograr ser alguien en la vida
-Ni tampoco sacamos a Dios del gobierno de las  escuelas y de nuestra vida.

-Y por supuesto que no somos los que eliminamos la paciencia y la tolerancia de nuestras relaciones        personales ni de nuestras interacciones  con los demás.
-La melodía de la música,

-El talento y el ingenio de las creaciones artísticas,

-La buena voz a la hora de cantar,

-El orgullo por nuestra apariencia exterior,

-La cortesía al conducir,

-El romance en las relaciones amorosas,

-El compromiso de la pareja,

-La responsabilidad de la paternidad,

-La unión de la familia,

-El aprendizaje y gusto por la cultura,

-El sentimiento de patriotismo,

-El rechazo a la vulgaridad,